La próxima generación de Internet, lo que a menudo se llama Web 3.0, verá la convergencia de la cadena de bloques con Internet de las cosas (IOT) y los sistemas de Inteligencia Artificial (o IA). A medida que estas tecnologías maduren en los próximos años, interactuarán de maneras emocionantes ya menudo impredecibles, pero uno de los mejores ejemplos de esta convergencia sería un sistema de transporte autónomo descentralizado, del tipo que estamos construyendo aquí en DAV. Entonces, ¿cómo sería un sistema de transporte autónomo descentralizado, y podría un dron en realidad ser dueño de otro dron?
El blockchain permite muchas nuevas posibilidades tecnológicas, pero en esencia, permite un nuevo nivel de descentralización y automatización de los servicios. Los contratos inteligentes que se ejecutan en blockchain nos permiten codificar las reglas de un servicio y hacer que se ejecuten automáticamente, proporcionándonos sistemas de servicio automatizados. Esto ya está allanando el camino a ecosistemas completamente autónomos.
Al codificar las reglas del servicio en un contrato inteligente y ejecutarlo automáticamente, podemos deshacernos de la plataforma centralizada, mediante el uso compartido del automóvil sin Uber, o compartir apartamentos sin Airbnb, y así sucesivamente.
Imagine un sistema de transporte de automóviles, furgonetas y drones conectados a una plataforma blockchain con contratos inteligentes que los coordinen, además de esto se trata de un mercado simbólico para que las personas puedan comprar y vender servicios de transporte y logística en la red. Las personas no solo pueden pagar tokens por el transporte, sino que también se pueden automatizar y distribuir diversos servicios de financiación de la red a los agentes de la misma.
Los vehículos autónomos, como los automóviles y los drones, podrían autofinanciar sus operaciones, obteniendo Tokens por cada paquete o pasajero transportado, con el que podrían pagar el combustible, la electricidad y las reparaciones, o invertir en otras actualizaciones de su red. A través de una combinación de sistemas inteligentes y economía simbólica, los protocolos podrían permitir a cualquier vehículo interactuar con otros vehículos otorgándoles fichas a cambio de servicios de transporte.
Un dron que forma parte de una red de transporte más grande podría tener contratos inteligentes con otros drones en la red que le permitan contratar sus servicios a pedido para entregar artículos a lo largo de un circuito o ruta. Incluso puede haber un mercado de licitaciones de fichas entre los vehículos para que presenten ofertas sobre el costo de la entrega.
Las redes de transporte que han tenido éxito pueden invertir sus recursos en la compra de vehículos nuevos a medida que la red crece. Así que la respuesta es sí, en un futuro no muy lejano su dron puede tener otro dron, ya que colaboran en grandes redes para entregar servicios de transporte automatizados, y esto es exactamente lo que estamos construyendo en DAV: el sistema de transporte descentralizado y automatizado del futuro .
■ Visite el web oficial de dav.network para conocer mas
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